domingo, 14 de noviembre de 2010

De Concierto: Interpol - Palacio de Vistalegre (Madrid) 13/11/2010

Quizá este ratillo que voy a echar contando a mi manera lo que pudimos vivir ayer en el concierto de Interpol vaya a ser uno de los más gratificantes desde que empezamos con el blog. Es cierto también que me resulta difícil ser totalmente objetivo por la debilidad que siento por estos tipos, a lo que hay que añadir la lamentable mediocridad del concierto de The Drums la noche anterior, que despertó en nosotros la necesidad de terminar el fin de semana con algo grande. Veremos a ver cómo sale.

Empezaré hablando del Palacio de Vistalegre, que de palacio únicamente tiene el nombre y que una vez más se vio superado por los acontecimientos. Ya sé que es repetir siempre lo mismo y que por todos es conocido el pésimo sonido que ofrece, tampoco hay que engañarse, no deja de ser una plaza de toros cerrada que deja poco margen para el lucimiento visual de las bandas que pasan por allí. Afortunadamente los neoyorquinos supieron sobreponerse y exprimieron las bondades del recinto hasta la última nota…y resalto esto porque no es fácil y si no, que se lo digan a Tom Smith líder de Editors, que en su paso por aquí el diciembre pasado estuvo cerca de cortarse las venas encima del escenario, totalmente devorado por la lamentable acústica del recinto. Pero hablemos de música, que para eso estamos aquí.

No puedo decir casi nada de Surfer Blood, encargados de abrir la velada, porque entramos cuando terminaban su actuación. Una pena, porque tras su gran debut este año con el álbum Astro Coast era una buena oportunidad para verles en directo. Por lo poco que pudimos ver tenían bastante buena pinta, así que esperaremos a mejor ocasión para juzgarles. Este es el vídeo oficial de su tema "Swim".




Con cierto retraso, sobre las diez menos cuarto y tras una espesa cortina de humo, hacían aparición en el escenario Paul Banks y compañía, vistiendo trajes oscuros y corbata salvo el Sr. Banks quien prefirió un atuendo más informal para la ocasión. La ovación de las 7.000 personas que casi llenaban Vistalegre no se hizo esperar sobre todo cuando comenzaron a sonar las primeras notas de "Success", tema que también abre su último álbum homónimo, el cual están promocionando a nivel internacional siendo Madrid su primera parada europea. Quizá no sea casualidad ya que como explicó Banks en un perfecto castellano es una ciudad especial para él ya que vivió aquí durante cuatro años. La verdad es que las canciones del último disco tuvieron buena acogida a pesar de las críticas recibidas desde su publicación y las supieron integrar perfectamente en el setlist para evitar posibles bajones en el ambiente. Tras un buen comienzo sonó "Say Hello To The Angels" de su primer disco Turn On The Bright Lights, que nos levantó de sopetón a todos con su guitarreo inicial. Siguieron con "Narc" y "Length Of Love" de su segundo y aclamado álbum Antics, con el bajo como protagonista.



La nueva "Summer Well" dio paso a "Rest My Chemistry" y a la oscuridad total, post-punk en estado puro y esas notas que nos recuerdan al "Where Is My Mind" de los Pixies, buen presagio de lo que se avecinaba, porque del tirón llegaron "Slow Hands" y "C’Mere" con el público totalmente volcado y la pista de Vistalegre botando sin parar.



En una regresión a sus orígenes buscando un poco de calma tocaron "Untitled" para continuar con "Barricade", la mejor quizá de su último trabajo. Siguieron con la preciosa "Take You On A Cruise" y en un sube y baja continuo recorriendo toda su discografía llegó el turno de "Lights" como preámbulo de otro temazo, "PDA", que puso la plaza patas arriba. "Memory Serves" fue la última de las nuevas en sonar y sirvió para dar paso a uno de los mejores momentos para mí del concierto con "Not Even Jail" y ese estribillo demoledor. El juego de sombras resaltaba la silueta de todos los integrantes de la banda, sobria en sus presentaciones, pero eficaz como ninguna, propia de gente elegante, que es lo que son.



Tras un breve descanso volvieron a la carga con la melancólica "The Lighthouse" que a uno le deja estremecido, y sin tiempo para reaccionar te meten sin preguntar "Evil" con todo el mundo cantando a la salud de Rose Mary, la grada vibrando al nivel de la pista y pidiendo que esto no acabe nunca, aunque como en todo en esta vida llegó el final de la mano de "The Heinrich Maneuver", de su tercer álbum Our Love to Admire, una sorpresa verla tan al final y quizá no la mejor para cerrar, pero genial como siempre. Quizá el final un poco frío, pero por la sensación de querer más y más.



En resumen buen concierto el de ayer, bastante trabajado para luchar contra los elementos, sin florituras, con una buena elección de temas y demostrando que no hace falta ser comercial para llegar al público, que no es necesario montar un escenario en forma de nave espacial, ni poner pantallas gigantes, ni vestir de forma estrafalaria para llegar a la gente, que lo que importa es la música y éstos de música saben un rato. Esta ha sido la cuarta vez que les hemos visto en directo, dicen que no hay quinto malo, a ver si hay suerte y es en el Palacio, pero en el de los Deportes por favor.

(Como siempre agradecer a quienes comparten sus vídeos en youtube)

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