lunes, 30 de abril de 2012

De Concierto: A Place To Bury Strangers - Sala El Sol (Madrid) 29/04/12



Cuando leí que el trio neoyorquino visitaría España para la presentación de su último EP, no lo dudé ni un momento, quería estar ahí, verlos en directo y comprobar si es cierto eso que se dice que son los sucesores de The Jesus And Mary Chain.

El lanzamiento de su EP Onwards To The Wall (2012) les traía de vuelta a la capital y que mejor escenario que un domingo lluvioso en la Sala El Sol. Dentro, ambiente perfecto, pocos curiosos y muchos seguidores de Oliver Ackermann y los suyos, que también supieron crear el suyo propio encima del escenario. Envueltos en luces y sombras hicieron un repaso completo de su último EP, así como del que a día de hoy es su último larga duración Exploding Head (2009), aunque esperamos para dentro de unos meses el tercero.


Sin tan siquiera un gesto hacia el público empezó a sonar “Ego Death”, seguida de otras como “Onwards To The Wall”, “Missing You”, “Don’t Think Lover”, “Drill It Up”, “It Is Nothing”, “To Fix The Gash In Your Head” o “In Your Heart” que fueron algunas de las seleccionadas para que durante una hora la distorsión y las interminables capas fueran protagonistas por encima de la voz de su líder, pasando del noise rock al shoegaze sin despeinarse. Pero sobraba algo, se le dio demasiada importancia a la batería. Y faltaba algo, esa energía que transmiten sus publicaciones cuando las escuchas a todo volumen en el mp3. Algo que intentaron remediar en la recta final con la interminable “I Lived My Life To Stand In The Shadow Of Your Heart” y el bis “Nothing Will Surprise Me”, pero el concierto ya estaba hecho. Buen concierto, pero con el regusto de que podía haber sido mucho mejor.


viernes, 27 de abril de 2012

Infadels



El regreso del quinteto londinense no es de los que esperábamos para este año, pero es de esos que te alegran el fin de semana. Los mismos que nos hicieron pasar horas bailando aquel Universe In Reverse (2008) o el We Are Not The Infadels (2006), donde se incluían los hitazos "Can't Get Enough" y "Jagger '67".



Tras cuatro años de silencio Infadels vuelven con su tercer disco titulado The Future Of The Gravity Boy sin salirse del dance rock que les llevó al éxito, sobre todo con su álbum debut. Diez son los temas elegidos para componer esta nueva entrega en la que la diversión, las ganas de bailar, saltar, diría incluso, la locura están asegurados. Aunque en mi opinión no llegan al nivel de su primer disco y siempre a la sombra de Klaxons, este "The Future Of The Gravity Boy" suena bastante bien. Comprobad vosotros mismos.



martes, 24 de abril de 2012

De concieto: The Strange Boys - Sala El Sol (Madrid) 23/04/12


Por el gusto a la buena música, al rock&roll sin aditivos y a las bandas de verdad. Grupos, sin más. De Austin, Texas, por ejemplo. Del centro de los Estados, o de ninguna parte. Por el saber estar. Por el sabor a armónica y a piano entrelazado, entre conversaciones alegres de guitarras cuidadas. Por un bajo del carajo. Por un corazón embaquetado. Por una Sala El Sol a medio llenar. Por un lunes cualquiera y porque muchos de mis lunes se repitan bajo este mismo lema. Por amor a este arte. Por pasar una noche agradable. Por ser uno de esos tipos raros

Centro ciudad. Madrid. 22:42 pm. Ryan Sambol salta al escenario acompañado de su hermano Phillip (bajo). Luce camiseta blanca. Simple. Lisa. Greg Enlow -sus segundos brazos- y Mike La Franchi –su metrónomo-, esperan el afine decisivo. Él manda; es media banda. Entona los primeros compases de su último Live Music, presagiando una noche de presente, lejos de sencillos de otra época y enterrando esa etiqueta garajera que poco favor les hace. Suenan demasiado bien.

Rompe el ritmo y se anima con su más que conocida “Be Brave”, su mayor éxito y la culpable de dejar correr una sonrisa ante la aceptación global, seguida del “Woe Is You And Me” de su primer ábum And Girls Club.


El grupo, cómodo en su amplio repertorio de R&B, folk rock o country rock según van cumpliendo años, no reparó ni lo más mínimo a la hora de escoger temas, repasando casi de corrido su último largo. “Walking Two By Two”, “Me And You” o “Doueh” son buenos ejemplos para hablar de música y no de ruido, todo adornado con detalles, para encarar la alegre y atractiva “Night might”. Muy de otra época.

Con “Punk’s Pajamas” se demostró que el show de Pete Doherty no es difícil de ser emulado, al menos en lo que a entonación se refiere, y el propio Ryan se dejó llevar en sus lamentos cantados una y otra vez hasta completar una interesante “Omnia Boa”.

La música —sin claves o con todas, notable y necesaria para hacerte entender que conciertos de este nivel no se prodigan, te gusten o no— cruzó la barrera de la hora. El guionista decidió recrearse en su obra. Ryan, un tipo menudo, muy diestro con las manos sobre una preciosa acústica de doce cuerdas, que decora sus temas con la pulcritud y variedad de rock&roll, disfrutó con “Mama Shelter”o “Saddest”, y se destacó con una agradecidísima “Poem Party”, sin duda la mejor de la noche.


Con naturalidad y sin demasiada fuerza para encajar con el público, los cuatro tejanos encararon el bis tras tres temas consecutivos de papel sin lápiz, con aromas a The Doors, a Dylan eincluso algún que otro regusto a Jerry Lee Lewis.

Como si de un juego de niños se tratase, improvisando cambios de ritmo y de compás, y despidiendo el repertorio con “You Take Everything For Granite When You Are A Stone”, se atrevieron entonces a regalar un último esfuerzo ante un público lejano. Sales, te sientas y disparas por última vez desde el piano. Te levantas y te vas dando las gracias.

Llevamos años aceptando ese “todo está inventado”. Era la hora de que alguien aplicara la teoría con buen gusto un lunes cualquiera. Rock&Roll de 100 minutos.

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