domingo, 29 de enero de 2012

De concierto: Miles Kane + Arctic Monkeys – Palacio de los Deportes (Madrid) 27/01/12



El viernes por la noche asistimos al primer concierto de este 2012 en lo que a grandes nombres se refiere y es que la combinación Miles KaneArctic MonkeysPalacio de los Deportes, a simple vista ya luce bastante por sí misma. No solo hablamos de la banda liderada por Alex Turner y todo lo que les ha rodeado desde su fulgurante aparición en 2006 con aquel Whatever People Say I Am, That's What I'm Not, con el que batieron todos los records de ventas y que les impulsó a conseguir una carrera meteórica hasta la fecha, hablamos de que el artista invitado para toda su gira de presentación de su último trabajo Suck It And See, es su amigo del alma Miles Kane quien el año pasado nos ha regalado Colour Of The Trap, disco debut en solitario tras su paso por The Little Flames, liderar a The Rascals y co-liderar junto a Turner ese estratosférico proyecto al que llaman The Last Shadow Puppets.


Kane, quien a sus veinticinco años cuenta ya con una experiencia envidiable, es un valor seguro en este negocio, su música es completamente atemporal y puestos a imaginar no hubiera sido raro verle triunfar en cualquier década pasada. Su sonido encarna a la perfección la denominación de origen británica, de la que tantas y tantas bandas han hecho gala a lo largo de la historia, con esa facilidad tan majestuosa de combinar el rock más clásico con el pop más fresco. Su virtuosismo con la guitarra es digno de mención, una voz sin fisuras, su manejo del escenario parece del todo sincero, sin sobreactuaciones exageradas, sabiendo darle al público lo que necesita en cada momento y dando tal sensación de control y seguridad que parece imposible que algo pueda salir mal. Y eso fue lo que sucedió durante los tres cuartos de hora que estuvo en el escenario, en los que hizo un repaso de los temas que le han llevado al éxito en su debut, siendo los más aclamados por un público que no terminó de llenar el recinto los exitosos “Rearrange” y “Come Closer”, realizando a la perfección la función que le habían asignado de animador de la noche y sin querer quitar protagonismo a quienes estaban por llegar. Bravo por Miles y su saber estar.


Y llegó el que a priori era el plato fuerte de la noche, los Arctic Monkeys volvían una vez más a Madrid tras sus anteriores actuaciones en recintos más pequeños como La Riviera o la Plaza de Vistalegre, donde también estuvimos y donde a nuestro parecer estuvieron lejos del triunfo, cumpliendo el trámite sin más. La verdad es que es una banda difícil de entender, no creemos que sea un problema de aptitud, sino más bien de actitud encima de un escenario, quizá demasiado monopolizada por la áspera personalidad de Alex Turner, quien sigue empeñado en querer parecer un chico malo.

Pero parece haber habido un punto de inflexión en la banda, parece que ya están preparados para asumir con garantías la madurez que empieza a otorgarles su edad, sin olvidar la precocidad de su éxito, la experiencia acumulada en estos años, y eso quizá se ha visto reflejado en su propia música con dos primeros trabajos arrolladores Whatever People Say I Am, That's What I'm Not (2006) y Favourite Worst Nightmare (2007), y otros dos mucho más controlados y quizá menos comerciales Humbug (2009) y Suck It And See (2011).


El setlist elegido fue de los mejores que nos podían ofrecer, aunque eso ya sabéis que al final es cuestión de gustos, haciendo un repaso por toda su discografía, promocionando los nuevos temas que suenan mucho mejor en directo y sabiendo levantar al público dándole en cada momento lo que parecía demandar. Un público que en todo momento estuvo a la altura de la ocasión y coreó como nunca los temas más representativos de la banda y disfrutó en líneas generales de todo lo visto encima del escenario, incluyendo el espectáculo que implica ver el despliegue de energía y potencia que hace Matt Helders a la batería, una auténtica exhibición.

Así, uno tras otro sonaron “Don't Sit Down 'Cause I've Moved Your Chair”, “Teddy Picker”, “Crying Lightning”, “The Hellcat Spangled Shalalala”, “Black Treacle”, “Brianstorm”, “The View From The Afternoon”, “I Bet You Look Good On The Dancefloor”, “Library Pictures”, “Evil Twin”, “Brick by Brick”, “This House Is A Circus”, “Still Take You Home”, “Pretty Visitors”, “She's Thunderstorms”, “Do Me A Favour”, “When The Sun Goes Down”, y la traca final con “Suck It and See”, “Fluorescent Adolescent” y “505”, con Miles Kane de acompañamiento.


Hasta aquí todo genial, quizá sea el mejor concierto de los que han dado por aquí, atrás quedó el concierto en La Riviera, en el que salieron con una hora de retraso, imaginamos que hasta que marcó el Barça en aquella final de Champions contra el Arsenal, para después castigarnos con cincuenta minutos de ruido insoportable, o la actuación en Vistalegre en la que parecían estar por castigo, mostrando una indolencia casi insultante. Es cierto, todo parece ir a mejor, aunque yo también estoy intentando poner de mi parte, intento entender a Turner, el chico es así, le cuesta sonreír, no le gusta moverse demasiado, jalea al público como si estuviese abroncándole y le gusta tocar rápido, veinte canciones en una hora y veinte minutos, nada de charloteos, nada de parafernalia, hemos venido, hemos tocado y nos vamos, ya nos veremos si queréis otro día y si no, nos da igual, vosotros veréis.


Este tipo es así, es el dueño de la banda y por eso el sonido de su guitarra es lo único que se escucha, bueno y el de la batería de Helders, pero eso es por el prodigio de brazos que tiene. La cuestión es que si yo fuera bajista o un segundo guitarrista no me gustaría formar parte de esta banda, para qué, son meras comparsas, como lo fue Miles Kane en “505”, está prohibido hacerle sombra y eso hace que el sonido que llega a nuestros oídos no sea del todo bueno. Y es una pena porque de verdad que aunque parezca lo contrario el concierto estuvo muy bien, disfrutamos de ellos como nunca, pero hay detalles que pulir, detalles de actitud, de dejarnos disfrutar, de tener un poco más de calma y de no dejarnos con la miel en los labios.

A veces pienso que la banda en realidad es The Last Shadow Puppets, que Turner y Kane están condenados a entenderse, que juntos son el yin y el yang, y que lo demás son las carreras en solitario de ambos, donde nadie les hace sombra, como si tuvieran miedo de encontrarse y sacrificar sus respectivos egos. Veremos qué sale del segundo trabajo que publicarán este año, y mientras disfrutaremos como hasta la fecha de sus carreras por separado.

(Agradecer como siempre a aquellos que hacen públicos y comparten sus vídeos en youtube)

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